Ay las vacaciones! Periodo de inactividad que por unas semanas trastoca toda nuestra apacible existencia. La golpea con un sifín de imprevistos. Situaciones inesperadas que trastocan nuestro día a día. Resultado, perdemos ese bien tan preciado llamado rutina. Sí sí, odiado y querido a partes iguales, pero que nos permite tener la tranquilidad de saber qué ocurrirá mañana, o aproximadamente. Y como afrontar ese terrible hecho? Ah! señores míos, el Señor nos ha dotado del mal aprovechado don de la inteligencia. El pensamiento. El psiquis. El arma que nos permitirá afrontar nuevas situaciones. Preveer imprevistos. Planear respuestas. Y actuar en consecuencia. Eso en un principio...
Pero qué ocurre cuando no ocurre nada? Qué hacemos con nuestra temible arma? Para qué tantas molestias de nuestro Señor? Qué preveer cuando no existe nada importante que preveer? En qué ocupar nuestra mente cuando nada intersante la requiere? Y lo que es más importante, qué hacer con tanto tiempo libre? Pues muy fácil, deberemos entrenar nuestra abilidad hasta que llegue el fatídico día en que tengamos que usarla. Cómo? Muy fácil, sino llegan los imprevistos pues los creamos. Aquí es donde viene el famoso mito de Mahoma y la montaña, del que no recuerdo bien lo que decía. Pero qué mejor manera de estar ocupados que crear esas situaciones que tanto estrés y tiempo nos ocupan? Porque no dar vueltas y más vueltas a aquella pequeña preocupación para convertirla en algo más que un problema de estado? Sabeis las satisfacciones que puede producir hacer frente a una especie de complot perpretado por una invasión alienígena que ha absorvido las mentes de mis amigos para convertirlos en algo más que máquinas deboradoras de cerveza? Creedme, ese es el camino ya descubierto por mentes más ágiles. De esta manera podreis entrenar hasta la última neurona de vuestro ya castigado cerebro. Y porque no, vivir en un fantástico mundo, quizá un poco alejado de la realidad, pero en el que debereis librar auténticas batallas para defender la ley y el orden. Y con la enorme ventaja de poder pasar entretenidos vuestro... TIEMPO LIBRE.
Lamentablemente existen otras formas de pasar el tiempo menos atractivas...
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En próximos capítulos... Cómo saber cuando soy lo suficientemente inteligente como para escribir algo que no ofenda a nadie (conocido almenos)? Abstenerse personas de menos de 40 de coeficiente mental, la edición impresa sería carísima.
(esperando que la divina mano del censor, que casi todo lo sabe y casi todo lo decide, no borre esta humilde entrada)
